Hace diez años, cuando el rubro del cuidado canino comenzaba a moverse en la industria, tuve una experiencia con mi mascota Kuvaz (el verdadero Rey de la tienda) que marcó el inicio de esta historia. Dejé a mi perro para que lo bañen y el resultado que recibí no fue el esperado. Hubo incertidumbre de mi parte por no saber cómo lo estaban tratando, cómo se estaba sintiendo Kuvaz en ese momento. Al verlo cuando lo trajeron a mi casa, lo sentí distinto y estresado. De ahí en adelante, en vez de quedarme con los brazos cruzados, decidí hacer algo al respecto. Siempre fui amante de los animales. Creo que, al depositar la confianza de tu animal en otra persona, estás depositando una parte de tu familia, de tu vida. Es por eso que comencé a instruirme en el cuidado integral de las mascotas y, poco tiempo después, en la peluquería. Estudié con mucho esfuerzo hasta lograr construir el lugar que yo quería para mi perro. Es por esto que, cada cliente que trae a su mascota para bañarse o buscando alguna recomendación médica, empatizo con cada uno de ellos y pienso qué querría yo para Kuvaz. Promuevo en mis servicios el buen trato, la eficacia, el hacer sentir cómodo al animal, que nos esté esperando moviendo la cola, y que cuando se vaya suceda lo mismo. Y, de más está decir que, el que los recibe entusiasta es mi propio perro, la verdadera razón de ser para con todas las mascotas: Kuvaz.
Los comentarios no son notificados a La casa de Kuvaz, solamente serán publicados para la valoración de los demás visitantes. Si necesitas realizar alguna consulta, te recomendamos que la hagas directamente mediante los datos de contacto. Y si ya conoces La casa de Kuvaz, te invitamos a escribir tu opinión!